Al igual que en paIses del llamado Primer Mundo, ya hay “reclutadores” de jovenes vulnerablesAlerta por el fenómeno de las “chicas fugitivas”
El problema de la trata de personas con fines de explotación sexual tiene muchos y variados rostros. Uno de ellos es bien conocido en países del denominado primer mundo, llamado “runaway girls” (chicas fugitivas), que tiene como protagonistas excluyentes a mujeres jóvenes victimizadas en sus propios hogares, por abusos de todo tipo, que optan por abandonar ese círculo perverso y terminan cayendo en redes mafiosas. Nuestro país, considerado de tránsito, destino y origen para los grupos que operan manejando el negocio de la prostitución, también presenta infinidad de estos casos de adolescentes en fuga, que escapan del drama en sus casas para terminar atrapadas en horribles pesadillas.
En este contexto, el caso de la joven estudiante santafesina, desaparecida varios días y ayer encontrada en Córdoba no es aislado, ya que se visualizan características de un fenómeno que se repite con alarmante frecuencia. Aquí, para su resolución, funcionaron de manera correcta la celeridad en la denuncia de sus familiares, el aprovechamiento de las redes sociales, la intervención de organizaciones civiles especializadas y las instituciones públicas. No ocurre siempre, tal como se comprueba con la enorme cantidad de mujeres aún desaparecidas en el país.
En diálogo con Diario Popular, Viviana Caminos, integrante de la Red Nacional Alto al Tráfico, la Trata y la Explotación Sexual y Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (Ratt Argentina) explicó que “el fenómeno ya es común aquí, aprovechando la vulnerabilidad de mujeres o niñas, concentrándose los casos de reclutamiento en las grandes ciudades y conglomerados, con destino casi exclusivo para la explotación sexual”.
La experta aporta al tema la palabra “reclutador”. Y no es un detalle menor. En los Estados Unidos, por ejemplo, donde el fenómeno de las “runaway girls” golpea con fuerza, ante el aumento de episodios de violencia familiar, los grupos mafiosos que manejan la trata de personas tienen como integrantes a hombres especializados en la seducción y captación de jovencitas. “Esto tiene un doble fin. Por un lado. Que la chica observe al reclutador como su protector les permite que haga lo que ellos quieren, es decir prostituirse, y posteriormente evitar que declaren en su contra ante cualquier problema con la justicia”, dijo Caminos.
“En nuestra red tuvimos casos de este tipo. Recuerdo uno en la ciudad de Oberá, con una joven victimizada por su marido, que la golpeaba y la sometía de manera constante. Pudo escapar, mediante la ayuda de uno de estos reclutadores, que no demoró mucho en insertarla en el mundo de la prostitución. Esto pone de manifiesto la urgencia de incluir en los diagnósticos sobre la trata en el país, el determinar los orígenes del problema. Ahí tiene que estar gran parte de la ayuda. No lo estamos haciendo, salvo por esfuerzos a pulmón”, dijo Caminos.
Para la integrante de Ratt Argentina, “si observamos las estadísticas de causas por abusos sexuales intrafamiliares y la casi nula cantidad de condenas, el resultado aún invisible es la más absoluta vulnerabilidad de las víctimas, que resultan indefensas, no saben a quién recurrir, ya que el sistema no las ayudó”.

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