Qué es una Constelación Familiar
Una constelación familiar es una técnica terapéutica que trabaja directamente con el inconsciente, la parte más profunda y nuclear de nuestro ser. Es en este nivel (inconsciente), donde anidan los anclajes negativos más fuertes que nos exponen a sentimientos dolorosos. Hay situaciones de la vida que nos conducen a un estado de intranquilidad, y además se repiten constantemente a lo largo de ésta sin que podamos cambiarlas.
Las constelaciones familiares se realizan con varias personas que asisten a un mismo taller y que no tienen ningún tipo de vínculo entre ellas. Es importante aclarar que aunque las constelaciones familiares se realizan en grupo, no es una terapia de grupo como tal, ya que la dinámica de trabajo es bastante diferente a lo que se conoce como terapia grupal. Reunidos todos, incluyendo el constelador (terapeuta), se realizan sesiones que duran una mañana o una tarde. En un taller se constelan de 3 a 6 personasdependiendo de la organización con que previamente se haya estructurado el grupo. Cada asistente dispondrá de su turno a constelar y su constelación durará aproximadamente una hora. Durante la constelación, las demás personas pasan a formar parte activa de la terapia ya que van a ser escogidas para representar las vivencias del inconsciente de la persona que está constelando (realizando la terapia). Después de cada turno de constelación se hace una pausa de 10 minutos para descansar y se continúa con la siguiente. De esta manera la dinámica de trabajo es continua y cada persona que asiste realiza un trabajo personal y grupal. La mecánica de trabajo es estructurada con pautas definidas que se explican al principio de cada taller. No es necesario que una persona que asista tenga que tener algún tipo de conocimiento sobre las constelaciones, puesto que la forma de trabajar es ordenada y al mismo tiempo vivencial y creativa. En resumen, cada persona que asiste a un taller de constelaciones familiares realiza un trabajo personal, tanto en su constelación como en la de los demás: es muy común sentir que el rol o roles que ha experimenta cada persona como representante, está relacionado con aspectos de su vida e historia personal.
Con frecuencia, hechos ocurridos en el sistema familiar del cual provenimos, por su intensidad, su fuerza o su tragedia, no pudieron ser elaborados por quienes los tuvieron que transitar, y esta herida o trauma, se irá luego transmitiendo a las generaciones posteriores, presentándose en forma de síntomas, que por su propia definición, producen sufrimiento a quienes los padecen.
A través del trabajo de Constelaciones Familiares, buscamos por un lado des-implicar a quien consulta (o sea, que lo que ocurrió allá en el tiempo y el espacio, pueda reacomodarse para dejar de influir en el día a día, hoy), y también buscamos recuperar sentimientos primarios, a través de contactar con aquellas frases que no pudieron ser dichas en su momento, o determinadas emociones que quedaron congeladas o cristalizadas por la intensidad de los hechos.
Es un enfoque participativo, donde nadie está obligado a hacer nada para lo que no se sienta preparado, pero donde todos, de una u otra forma, estamos trabajando, y siendo tocados por esa Trama que nos une desde lo humano.