
Los chicos y las drogas, una verdad que duele
Desprotegidos, vulnerables, presas fáciles para los que manejan el negocio de las drogas... Hoy no es raro encontrar en la vía pública a chicos, algunos muy pequeños, ingiriendo sustancias tóxicas. Son víctimas de la indigencia, de abusos sexuales y de los que los explotan laboralmente. Carecen de un entorno familiar sólido, de contención, de límites, de proyectos. Estas son algunas de las causas que, según los especialistas, llevan a muchos chicos de la calle -a partir de los siete u ocho años- a involucrarse con la droga. Los que tienen 15 o 16 están más comprometidos. "Aunque consumen desde pequeños, esto se incrementa en la adolescencia, ya que al problema económico, la calle, el trabajo o la explotación sexual, se suma la crisis de la adolescencia", explica José Manuel Grimma, coordinador de la Unidad de Intervención y Servicios Especiales del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Según investigaciones del Observatorio de Drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el narcotráfico (Sedronar) y del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Connaf), estos menores consumen sustancias como pegamentos con tolueno -Poxiran-, marihuana, pasta base - "paco"-, cocaína, Nevadoi -marihuana con cocaína- y psicofármacos, como Rivotril y Diazepan.
El contexto del chico
Las causas por las que los chicos consumen tienen más que ver con el marco afectivo que con la pobreza económica. Consumen para intentar abstraerse de la realidad angustiante y de la soledad. Cristian Laclau, del área de Relaciones Institucionales de la Fundación Manantiales (entidad de bien público internacional que se ocupa del problema de las adicciones), expresa: "La falta de comunicación con la persona que tiene que ser el referente hace que muchas veces los chicos tapen esa soledad con la droga y el alcohol".
Las investigaciones enumeran como causas la curiosidad, el desconocimiento, la presencia de drogas en el hogar, la identificación y condiciones de pertenencia a un grupo de pares, situaciones de angustia, el aburrimiento y la búsqueda de experiencias placenteras.
El contexto del chico
Las causas por las que los chicos consumen tienen más que ver con el marco afectivo que con la pobreza económica. Consumen para intentar abstraerse de la realidad angustiante y de la soledad. Cristian Laclau, del área de Relaciones Institucionales de la Fundación Manantiales (entidad de bien público internacional que se ocupa del problema de las adicciones), expresa: "La falta de comunicación con la persona que tiene que ser el referente hace que muchas veces los chicos tapen esa soledad con la droga y el alcohol".
Las investigaciones enumeran como causas la curiosidad, el desconocimiento, la presencia de drogas en el hogar, la identificación y condiciones de pertenencia a un grupo de pares, situaciones de angustia, el aburrimiento y la búsqueda de experiencias placenteras.
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