
MUERE SOLITARIO JORGE, LA ÚLTIMA TORTUGA GIGANTE EN SU ESPECIE.
El "Solitario George", la emblemática tortuga gigante de las Islas Galápagos en Ecuador murió sin dejar descendencia luego de infructuosos intentos por conseguir que se reprodujera, dijeron el domingo autoridades locales.
La enorme tortuga, única en su especie y de unos 100 años, fue encontrada sin vida en su corral y reportes iniciales de funcionarios indicaron que habría fallecido debido a una insuficiencia cardíaca.
"Hoy día en la mañana el guardaparque al cuidado de las tortugas encontró el cuerpo del Solitario George, que estaba inmóvil", dijo el director del Parque Nacional Galápagos, Edwin Naula, a Reuters.
"Concluyó con su ciclo de vida", agregó vía telefónica.
Los científicos del Parque Nacional buscaron por años y a través de varios métodos obtener descendencia de la tortuga gigante para preservar su especie, sin conseguirlo.
Naula dijo que el fallecimiento presuntamente fue por un paro cardíaco, pero será necesario esperar por los resultados de una autopsia para confirmar las causas de la muerte del animal, que durante su vida fue visitado por miles de turistas.
El cuerpo del "Solitario George" será embalsamado y permanecerá en el Parque Nacional Galápagos.
DIEGO, LA OTRA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
La historia de Diego contrasta con la del famoso “Solitario Jorge” posee una capacidad reproductiva de tal magnitud que ha contribuido a salvar a su especie de la extinción.
Diego corresponde a la especie Geochelone Hoodensis, de la isla Española, parte del archipiélago de Galápagos. En 1977, esta tortuga retornó a las islas Galápagos proveniente del zoológico de San Diego, California, y de ahí su nombre.
A su arribo, Diego se integró en un grupo de dos tortugas machos y 12 hembras, que, al ser los únicos sobrevivientes de su especie, fueron conducidos al Parque Nacional Galápagos (PNG), en la isla Santa Cruz. Hasta allá llegaron para participar en un programa de reproducción que, según técnicos del PNG, hasta el momento ha logrado el nacimiento de más de 1.700 crías y su posterior reinserción en la isla Española.
Diego mantiene su potencial reproductor más allá de que su edad sobrepasa los 130 años y fue reintroducido al entorno natural de la Isla Española a fines del año pasado trando de protegerlo de un gran depredador "el hombre".
Solitario Jorge en cambio, era el último. Hoy su corazón dijo basta, otra especie se ha perdido, aunque muchos, no lo sabrán...
El "Solitario George", la emblemática tortuga gigante de las Islas Galápagos en Ecuador murió sin dejar descendencia luego de infructuosos intentos por conseguir que se reprodujera, dijeron el domingo autoridades locales.
La enorme tortuga, única en su especie y de unos 100 años, fue encontrada sin vida en su corral y reportes iniciales de funcionarios indicaron que habría fallecido debido a una insuficiencia cardíaca.
"Hoy día en la mañana el guardaparque al cuidado de las tortugas encontró el cuerpo del Solitario George, que estaba inmóvil", dijo el director del Parque Nacional Galápagos, Edwin Naula, a Reuters.
"Concluyó con su ciclo de vida", agregó vía telefónica.
Los científicos del Parque Nacional buscaron por años y a través de varios métodos obtener descendencia de la tortuga gigante para preservar su especie, sin conseguirlo.
Naula dijo que el fallecimiento presuntamente fue por un paro cardíaco, pero será necesario esperar por los resultados de una autopsia para confirmar las causas de la muerte del animal, que durante su vida fue visitado por miles de turistas.
El cuerpo del "Solitario George" será embalsamado y permanecerá en el Parque Nacional Galápagos.
DIEGO, LA OTRA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
La historia de Diego contrasta con la del famoso “Solitario Jorge” posee una capacidad reproductiva de tal magnitud que ha contribuido a salvar a su especie de la extinción.
Diego corresponde a la especie Geochelone Hoodensis, de la isla Española, parte del archipiélago de Galápagos. En 1977, esta tortuga retornó a las islas Galápagos proveniente del zoológico de San Diego, California, y de ahí su nombre.
A su arribo, Diego se integró en un grupo de dos tortugas machos y 12 hembras, que, al ser los únicos sobrevivientes de su especie, fueron conducidos al Parque Nacional Galápagos (PNG), en la isla Santa Cruz. Hasta allá llegaron para participar en un programa de reproducción que, según técnicos del PNG, hasta el momento ha logrado el nacimiento de más de 1.700 crías y su posterior reinserción en la isla Española.
Diego mantiene su potencial reproductor más allá de que su edad sobrepasa los 130 años y fue reintroducido al entorno natural de la Isla Española a fines del año pasado trando de protegerlo de un gran depredador "el hombre".
Solitario Jorge en cambio, era el último. Hoy su corazón dijo basta, otra especie se ha perdido, aunque muchos, no lo sabrán...
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