Por primera vez en Argentina, todo el personal de un avión estuvo compuesto por personal femenino.
A pesar de que la liberación femenina fue hace años, las mujeres son novedad en la aeronavegación comercial y aún falta actualizar algunas cuestiones, como por ejemplo el régimen a seguir si una piloto queda embarazada.
Pero el hecho de que Adriana Benavente y Fernanda Coronel, de impecable traje azul marino con líneas doradas en las mangas, ingresaran al avión y se sentaran frente al tablero de control es un avance importante en este campo que hasta hace poco era exclusivo de los hombres. La piloto y su copiloto tienen muchas horas de vuelo, pero es la primera vez que llevaban un avión con personal compuesto íntegramente por mujeres.
Ellas no le dan la mayor importancia al hecho, más que como una curiosidad. Reconocen que aún hay algunos prejuicios, pero dicen que cada vez menos. “Un señor que viajaba clase Business (en la primera fila) dijo: ‘Bueh, hasta ahora todo bien. Vamos a ver si saben estacionar’”, contó Benavente entre risas al diario argentino La Gaceta.
Volar es una tarea que exige una inmensa concentración – el comandante es el responsable civil y penal si algo pasa durante el vuelo- y por ello mismo la mujeres tienden a ser más cuidadosas.
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