Gabriela Arias Uriburu: "El amor es un principio"
Mas allá de ser reconocida como símbolo de la lucha por los vínculos familiares y los derechos del niño, Gabriela Arias Uriburu -presidenta de la Fundación Niños Unidos por el Mundo y ahora también profesora de yoga- revela muchas otras facetas en este autorretrato. Para la autofoto, nada mejor que un perro como escolta.
-¿Cómo hacés para no agotarte con todo lo que trabajás? La fundación, clases de yoga, tus libros, conferencias, talleres y hoy, además, construyendo tu nuevo hogar con Axel.
-Toda mi vida, después de lo sucedido con mis hijos, ha sido intensa, revolucionaria y alocada en los tiempos. Mi agenda va en sintonía con lo que demande el destino momento a momento. Cuando en todo este transitar diario me detengo unos minutos, siento el agotamiento. Por lo que también me doy espacio para descansar. Mis huesos, tejidos y musculatura guardan memoria y están cansados, por lo que ahora estoy dándoles tratamiento osteopático. Me cuido mucho, pues aprendo a responder.
-Contame cómo es un día tuyo.
-Me levanto muy pero muy temprano, porque tengo que viajar en combi y subte, desde zona sur, donde vivimos con Axel, a Capital, Palermo, para dar mis clases de yoga. Aprovecho el viaje para rezar, contestar e-mails y revisar mis cuentas de redes sociales, donde dejo consignas y frases todos los días. Llego, tomo una taza de algo bien caliente y espero a que lleguen mis yoguistas. Somos un grupo que hace tres años trabajamos con este método para unir mente, cuerpo y espíritu. De allí voy a mi médico, donde recibo terapia energética en los chakras, o a la cosmiatra. Vuelvo a zona sur y comienzo con todo mi trabajo: más e-mails, consultas, nuevos talleres, un nuevo espacio para dar yoga en Lomas de Zamora, mi próximo libro... En paralelo, me encargo de la casa, los perros... Tenemos un montón de plantas que cuidar y cuatro perros. Todo, intercalando mensajes o charlas con mis hijos.
-¿Tus anhelos?
-Estoy reencontrándome con ellos. Fue tanto el deber y la exigencia que quedaron algo aislados, lejanos a la piel de la vida.
-¿Y el amor?
-Aprendo amando, y ahora con esta oportunidad de hacerlo en pareja, una de mis enormes cuentas pendientes. Amar no es un sentimiento o algo romántico: el amor es un principio fundante de nuestra vida. Lograrlo es una meta para mí. Amando mis pasos y amando mis creaciones podré amar al otro y sus pasos por añadidura, donde no hay juez ni sentencia, donde no hay errores, donde sólo se es. Siento que vincularse con la vida, con uno y con el amor es lo fundamental para lograr la armonía y plenitud, más allá de las historias familiares y las experiencias. Bueno, ¿terminamos acá? Me voy a tomar mi clase de pilates, algo que nos une en la distancia a Zahira y a mí, porque nos consultamos todo el tiempo cómo nos va con eso. Ella comenzó hace poco, inspirada por mi vínculo con la salud y el cuerpo. Sin que la aconsejara, sólo viéndome. Lindo, ¿no?
Trabaja mucho en su fundacion: http://www.foundchild.org.ar/
LOS NIÑOS SON LA FAMILIA
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LOS NIÑOS SON LA FAMILIAPRÓXIMAS ACTIVIDADES
El hospital de PIROVANO, constelares Encuentros OFRECE.
CADA 3 miércoles DEL MES.
19:30 hs
Duracion 2 hs
Sala de Espera laboratorio
Facilitadora: Elsa RubboUltimo viernes de Cada mes
10:30 hs
Sala coghlan
Washington 2558 (Cerca del Hospital)
facilitadoras: info Elisa y RosaMas en internet, Bajo: Programa de Salud barrial mentales del Pirovano
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Facilitadora: Elsa RubboUltimo viernes de Cada mes
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