Las relaciones tóxicas lastiman, duelen y separan. Pero, ¿qué sucede si esos vínculos violentos son los que unen a una madre con sus hijos? Desde hace más de diez años, el subprograma Lazos, dependiente de la Dirección General de la Mujer del Ministerio de Desarrollo Social porteño, se ocupa de escuchar y contener a mujeres que sufren violencia física o emocional por parte de sus hijos o hijas mayores de 14 años
Cualquier vínculo tóxico daña, aleja. Las relaciones violentas lastiman, separan, duelen. Muchas veces, es saludable apartar a esa persona que lesiona tanto la integridad física como mental de otra. Pero, ¿qué ocurre cuando ese lazo cruel es el que une a una madre con su hijo o hija? ¿Cómo reconstruir el vínculo más profundo de cualquier ser humano? Lazos es un subprograma dependiente de la Dirección General de la Mujer del Ministerio de Desarrollo Social porteño que se ocupa desde hace más de diez años de escuchar y contener a las mujeres que sufren violencia física o emocional por parte de sus hijos o hijas mayores de 14 años.
El aumento de consultas de mamás que pedían ayuda
para sus hijos o hijas violentos desencadenó la creación de un espacio que se
ocupara especialmente de ellas, las que asumen la responsabilidad de educar y
cuidar a sus hijos pero, a la vez, deben “defenderse” de ellos. El primer grupo
de madres comenzó a funcionar en octubre de 1998 como una experiencia piloto
dentro de otro programa. A partir de marzo de 2000, se independizó y tomó el
nombre de Lazos.
Actualmente, es uno de los cinco subprogramas del Programa de Atención Integral
a las Víctimas de Violencia Doméstica y Sexual de la Dirección General de la
Mujer, dependiente de la Subsecretaria de Promoción Social del Ministerio de
Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires...
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